Embarazo y lactancia: Embarazo: En varios estudios epidemiológicos retrospectivos, el uso de salicilatos durante los 3 primeros meses de embarazo ha sido asociado a un elevado riesgo de malformaciones (fisura palatina, malformaciones cardíacas). La información actual es numéricamente insuficiente para evaluar cualquier efecto teratogénico posible del ácido acetilsalicílico, administrado como tratamiento crónico en dosis de más de 150 mg/día. Después de la administración de dosis terapéuticas normales, este riesgo parece ser bajo. Un estudio prospectivo que abarcó cerca de 32.000 pares de madres-hijos no mostró ninguna relación con una tasa elevada de malformaciones. Los salicilatos deben ser administrados durante el embarazo solo después de una evaluación estricta del riesgo-beneficio; y como una medida de precaución, es preferible no usar más de 150 mg/día de ácido acetilsalicílico como tratamiento crónico. Durante los últimos tres meses de embarazo, la administración de salicilatos en dosis altas (>300 mg/día) puede provocar la prolongación del período de gestación, la inhibición de las contracciones uterinas en la madre y toxicidad cardiopulmonar en el niño (ej. cierre prematuro de los conductos arteriosos). Por otra parte, se ha observado un aumento de la tendencia a hemorragias, tanto en la madre como en el niño. La administración de altas dosis de ácido acetilsalicílico poco antes del nacimiento puede originar hemorragias intracraneanas, especialmente en niños prematuros. Consecuentemente, aparte de los usos cardiológicos y obstétricos extremadamente limitados justificados por el médico y con monitoreo del especialista, todos los medicamentos que contienen ácido acetilsalicílico se encuentran contraindicados durante el último trimestre de embarazo. Lactancia: Los salicilatos y sus metabolitos pasan a la leche materna en pequeñas cantidades. Dado que hasta ahora no se han observado efectos adversos en el infante después de un consumo ocasional, la interrupción del amamantamiento es usualmente innecesaria. Sin embargo, frente al uso regular o a la ingesta de dosis altas, el amamantamiento debe ser suspendido tempranamente.
Efectos en la conducción y en el uso de maquinarias: No se han observado efectos que afecten la conducción de vehículos o el uso de maquinarias.
Efectos no deseados: Desórdenes en el tracto gastrointestinal superior o inferior, tales como los signos y síntomas comunes de la dispepsia, los dolores gastrointestinales y abdominales, inflamación gastrointestinal, úlcera gastrointestinal, causa potencial, aunque raramente producida, de úlcera hemorrágica y perforación, con los respectivos signos y síntomas clínicos y de laboratorio. Debido a sus efectos inhibidores sobre las plaquetas, el ácido acetilsalicílico puede ser asociado a un mayor riesgo de hemorragia. Se han observado hemorragias tales como hemorragias perioperativas, hematomas, epistaxis, hemorragias urogenitales, hemorragias gingivales. Con una ocurrencia reportada como rara o muy rara, se han registrado hemorragias serias tales como hemorragia en el tracto gastrointestinal, hemorragia cerebral (especialmente en pacientes con hipertensión descontrolada y/o en concomitancia con agentes antihemostáticos) las cuales en casos particulares pueden potencialmente ser una amenaza para la vida. La hemorragia puede dar origen a un cuadro agudo de anemia post-hemorrágica/anemia con deficiencia de hierro (debido por ej. a una microhemorragia oculta) con los signos y síntomas clínicos tales como astenia, palidez o hipoperfusión. Las reacciones de hipersensibilidad, con sus respectivas manifestaciones clínicas y de laboratorio, incluyen: síndrome asmático, potenciales reacciones suaves a moderadas que afectan la piel, el tracto respiratorio, el tracto gastrointestinal y el sistema cardiovascular, incluyendo síntomas tales como erupciones cutáneas, urticaria, edema, prurito, malestar cardio-respiratorio y, muy raramente, reacciones severas que incluyen choque anafiláctico. Muy rara vez se ha reportado una deficiencia hepática transitoria con aumento de las transaminasas hepáticas. Se han registrado mareos y tinnitus, los que pueden ser indicadores de una sobredosis.