La sospecha de reacciones alérgicas o de tipo anafiláctico requiere la interrupción inmediata de la perfusión. En caso de shock, deberá emplearse el tratamiento médico habitual. La albúmina debe emplearse con precaución en las afecciones en las que la hipervolemia y sus consecuencias o la hemodilución pudieran representar un riesgo especial para el paciente. Algunos ejemplos de estas condiciones son las siguientes: Insuficiencia cardíaca descompensada. Hipertensión. Várices esofágicas. Edema pulmonar. Diátesis hemorrágica. Anemia grave. Anuria renal y post-renal. En un estudio de seguimiento retrospectivo con pacientes críticos con lesión cerebral por trauma, la reposición de fluidos con albúmina se asoció a una mortalidad mayor que con solución salina. Mientras que los mecanismos subyacentes a esta diferencia observada en la mortalidad no queden claros, debe mantenerse la precaución en el uso de albúmina en pacientes con lesión cerebral grave por traumatismo. El efecto coloidosmótico de 200 o 250 g/l de albúmina humana es aproximadamente el cuádruple al del plasma humano. Por lo tanto, cuando se administra albúmina concentrada, debe tenerse cuidado de asegurar una hidratación adecuada del paciente. Se debe vigilar minuciosamente a los pacientes a fin de evitar la sobrecarga circulatoria y la hiperhidratación. Las soluciones de 200 a 250 g/l de albúmina humana tienen concentraciones relativamente bajas de electrolitos en comparación con las soluciones de 40 a 50 g/l de albúmina humana. Cuando se administra albúmina, debe vigilarse el estado de los electrolitos del paciente (ver sección 4.2) y deben tomarse las medidas adecuadas para restablecer o mantener el equilibrio electrolítico. Las soluciones de albúmina no deben diluirse con agua para preparaciones inyectables, ya que ello puede causar hemólisis en los receptores. Si van a reemplazarse volúmenes comparativamente elevados, es necesario controlar la coagulación y el hematocrito. Debe tenerse cuidado de asegurar la sustitución adecuada de los demás componentes de la sangre (factores de la coagulación, electrolitos, plaquetas y eritrocitos). Puede producirse hipervolemia si la posología y la velocidad de perfusión no se ajustan al estado circulatorio del paciente. Ante la aparición de los primeros signos clínicos de sobrecarga cardiovascular (cefalea, disnea, congestión de la vena yugular) o de hipertensión arterial, hipertensión venosa y edema pulmonar, la perfusión debe detenerse inmediatamente. Los datos de uso de Albunorm 20% en niños son limitados, por ello, este medicamento debe ser usado en estos pacientes sólo si el beneficio supera claramente los riesgos potenciales. Este medicamento contiene 7.2-8 mmol/14.4-16 mmol de sodio por cada frasco de 50 ml/100 ml de solución de albúmina humana. Esto debe ser tenido en cuenta en los pacientes con una dieta controlada en sodio. Este medicamento contiene un máximo de 1 mmol de potasio en un envase de 100 ml de solución de albúmina humana. Esto debe ser tenido en cuenta en los pacientes con una disminución de la función renal o pacientes con una dieta controlada en potasio. Medidas estándares para prevenir infecciones provocadas por el uso de medicamentos derivados de la sangre o plasma humano, incluyen la selección de los donantes, el cribado de las donaciones individuales y de las mezclas de plasma para marcadores específicos de infecciones y la inclusión de etapas de fabricación eficaces para la inactivación/eliminación de virus. A pesar de ello, cuando se administran medicamentos derivados de sangre o plasma humanos, no se puede excluir totalmente la aparición de enfermedades debidas a la transmisión de agentes infecciosos. Esto también se refiere a la posible transmisión de patógenos de naturaleza desconocida. No hay informes de transmisión de virus con albúmina fabricada, según las especificaciones y procesos establecidos en la Farmacopea Europea. Se recomienda encarecidamente que, cada vez que se administre Albunorm 20% a un paciente, se tome nota del nombre y del número de lote del producto, a fin de mantener un vínculo entre el paciente y el lote del producto.